A la hora de practicar algún deporte es fundamental realizar estiramientos antes y después de la sesión. Además, llevarlos a cabo varios días a la semana aunque no se realice ninguna actividad también beneficia al cuerpo de diferentes maneras:

1. Mantienen los músculos y las articulaciones flexibles, además de prepararlas para el movimiento.
2. Aumentan el flujo sanguíneo que llega a los músculos y mejoran la circulación.
3. Disminuyen los dolores ocasionados por una mala postura.
4. Mejoran la coordinación y alivian el estrés.

Los ejercicios previos al deporte ayudan a que el cuerpo reaccione ante diversos estímulos físicos, distintos a los que se hace a diario. Durante esta etapa, los movimientos deben ser lentos y relajados para que el músculo vaya aumentando de temperatura y logre estar listo para un ejercicio más intenso.

Los estiramientos posteriores al entrenamiento sirven para eliminar las tensiones que se producen durante el deporte, contribuyen a la buena circulación y reducen el dolor muscular. Además, lo prepara para su fase de regeneración y equilibra las fibras.

Para hacerlo correctamente, no se puede estirar de cualquier manera, sino que hay que seguir unos tiempos y movimientos para que sea eficaz.

1. Cada uno de los ejercicios es de 20 a 30 segundos por músculo, mientras que el tiempo designado a cada sesión de estiramientos varía entre los ocho y 10 minutos.
2. Hay que hacerlo suavemente, notando tensión pero sin que llegue a doler, ya que eso también podría causar lesiones.
3. La respiración tiene que ser normal, para que oxigene los músculos y relaje el cuerpo.

Si se puede dedicar una hora a hacer ejercicio, no hay excusas para no dedicar 10 minutos a realizar unos estiramientos que ayudarán al rendimiento y evitan futuras lesiones. ¡GO Zoner@s!

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